El huerto del Pasajo

PRESENTACIÓN

En un viejo prado bordeado por un arroyo estacional se puso en marcha este pequeño ensayo de cultivo ecológico en 1999.

La tierra es franca y el agua no falta. En la temporada 2003 pusimos en funcionamiento un sistema de riego automático ya que manualmente sólo podíamos regar los fines de semana, lo que en verano resultaba insuficiente. En mayo de 2006 agregamos un panel solar fotovoltaico de 65 W con lo que el sistema se ha convertido en totalmente autónomo.

El peor enemigo hasta ahora son los topillos y ratones de campo que comen muchos cultivos y minan la tierra. La particular ubicación en una hondonada y la presencia del arroyo crea un microclima muy frío que retrasa la vegetación.

La disposición en tablas de 5 metros de largo por 1'20 de ancho está tomada de ese magnífico libro (clásico de la agricultura ecológica) que es "El huerto biológico" de Claude Aubert. Entre tabla y tabla se dejan estrechos pasillos de 30 cm desde los que se trabaja sin pisar el interior de los bancales, bueno, al cavar sí se pisa dentro. Como mejor sistema de riego se optó por el riego por goteo: cada tabla es regada por tres tuberías de 12 mm de diámetro separadas 30 cm con goteros cada 30 cm también, lo que da un marco de 30x30 al que es fácil adaptar la mayoría de hortalizas.

Puesto que se comenzó de cero, se aprovechó para planificar una orientación de las tablas de norte a sur. Cada borde exterior se dedica a cultivos complementarios: norte para flores de jardín, este para frambuesos, sur para plantas medicinales y aromáticas y oeste para emparrados en espaldera de vides.

Actualmente continuamos cultivándolo aunque dedicándole menos tiempo. Quizás en un futuro próximo volvamos a dar cuenta en esta sección de su evolución mes a mes. De momento, los meses que se detallan son representativos de su actividad.

MAYO 2004

Copiosas han sido las lluvias este mes de mayo y eso se nota no sólo en la abundancia y tamaño de la hierba: estamos apreciando un mayor porte en las hortalizas. Pero el lado negativo es que las fresas han recibido demasiada agua y les falta dulzor por no mencionar las muchas que se han estropeado al pudrirse con la humedad de la tierra.

A pesar de que algunas siembras han fracasado completamente, como la de soja, devoradas las semillas una y otra vez por las perdices, este año la variedad de cultivos es mayor que otras temporadas. El cohombro o pepino alficoz (del que hemos sabido que en realidad es una especie de melón aunque sus sabores y aspectos sean completamente distintos) se desarrolla con normalidad. Al igual que otras cucurbitáceas (melón, sandía, calabaza, calabacín, pepino...) para su cultivo se prepara un hoyo que se rellena de estiércol bien hecho o mantillo y tras taparlo con algo de tierra se ponen las semillas. Las matas deben quedar bien separadas unas de otras ya que los tallos rastreros llegan a ocupar varios metros cuadrados. Lógicamente, hacemos coincidir sus emplazamientos con goteros del sistema de riego.

Los característicos tallos plumosos de las esparragueras ya tienen unos 5 cm de alto. La primavera siguiente se transplantarán y se colocarán a distancias convenientes. Con un poco de suerte, el año que viene por estas fechas ya habremos consumido los primeros brotes verdes que surgen espontáneamente. Los espárragos blancos se obtienen levantando grandes caballones sobre la ubicación de las raíces. Creciendo entonces en la oscuridad de la tierra, mantienen su color blanco.

Las cebollas, al igual que las judías, no han germinado homogéneamente, lo que nos recuerda la necesidad de preparar algún tipo de semillero donde los cultivos más delicados puedan pasar sus primeros días. En cuanto a las legumbres, muy afectadas por, creemos, las voraces perdices, para la temporada próxima tenemos preparada una larga lámina de plástico con la que les haremos un pequeño tunel invernadero. Conseguiremos así dos importantes mejoras: de un lado evitamos que las desentierren las aves y de otro las resguardamos del frío del lugar lo que permitirá siembras más tempranas.

Es posible que el ahuyentador a pilas de topos, que pusimos hace unos meses, esté dando algo de resultado. Las remolachas de mesa tienen muy buen aspecto, sin señales de roedores y lo mismo la tabla con tres filas de ajos promete, por fin, una buena cosecha.

Las matas de habas que han llegado a florecer (su nascencia se vio también muy mermada por el ataque de las aves) ya tienen las primeras vainas al igual que los guisantes de mata baja. Las lechugas que nosotros solemos consumir poco a poco, arrancando las hojas más grandes, han alcanzado un tamaño considerable tras dejarlas a su aire. A nosotros nos pasa que una vez arrancadas como lechugas normales y aunque las metamos en la nevera, se vuelven fofas con rapidez. Parece que su nombre es "lechuga hoja de roble". El maíz dulce, como se aprecia en la foto de la derecha, tiene un buen aspecto, aunque quizás lo hayamos sembrado demasiado denso.